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lunes, 16 de agosto de 2010

De la 4ª a la 5ª, retrocedemos o avanzamos?

Cuando la mirada de un individuo puede ser la ventana de miles;

La ausencia de objetivos y criterios distributivos, los límites al principio monopolista del Estado, las ineficiencias derivadas del principio de universalización, así como los problemas de orden institucional en el sector social se tradujeron en un deterioro de la calidad de los servicios sociales prestados y una merma en los niveles de cobertura.

Durante décadas la política social del Estado venezolano siguió un programa de inversión en capital humano y de intervenciones en lo económico (en el mercado laboral, control de salarios y subsidios indirectos al consumo) que a la postre convirtió al sector social en un área que absorbía recursos sin evaluar el impacto de sus acciones y que más bien atendía las demandas de los grupos articulados políticamente.

El grado de institucionalidad de la política social venezolana se ha venido deteriorando desde hace algún tiempo. No obstante, los avances que se habían logrado, no sólo por medio de las transferencias tecnológicas implícitas en los programas de apoyo a los ajustes macroeconómicos y el desarrollo de proyectos con los organismos multilaterales, sino también y muy especialmente en cuanto a la participación social y desarrollo institucional del gobierno en sus distintos niveles, se han visto afectados de manera considerable dado el proceso de desinstitucionalización que siguió al inconcluso proceso constituyente y los subsiguientes episodios de inestabilidad política. Así, los cambios institucionales introducidos por la actual administración no han hecho sino profundizar, los problemas de carácter estratégico, organizacionales y de impacto sobre los venezolanos.

El pueblo apoya mayoritariamente que Chávez termine su mandato, pero categóricamente mas del 65% de la población no esta de acuerdo con su reelección después del 2012.
¿Que va a pasar? Los pronósticos son reservados. Sin duda se acelera el proceso y se presentan nuevas oportunidades de cambio. La conflictividad parece inevitable. Sin embargo la oposición la evita. Y de los 17 millones y medio de electores, cerca de la mitad de ellos igualmente parece alejarse de la conflictividad política: ¿Buscando alternativas que no representen un salto en el vacío? Por supuesto, evitar las provocaciones no puede llevar al mutismo, a la inacción política. Esa crítica ha tomado cuerpo y le ha restado peso a la oposición.
Finalmente, si las tendencias no mienten y concluyen en resultados terribles para el gobierno ¿Si pierden? Dos escenarios. El Primero: Un arrebato institucional desde un Consejo Nacional Electoral construido para el fraude; caso en el cual todo dependerá del conflicto y movilización del triunfador para defender su resultado. El Segundo: lo mismo que paso con las Gobernaciones y Alcaldías luego de las elecciones del 2008. Las de la oposición han sido "de facto" desconocidas; el ejemplo mas gráfico la Alcaldía Metropolitana de Caracas. Hay por supuesto un tercer escenario, uno que combina cosas de ambos. Arrebato y desmontaje institucional de la Asamblea Nacional para instalar las comunas, los parlamentos comunales, y quien sabe que otro diseño anarquista cuyo final es fortalecer al caudillo, a quien controla la chequera de PDVSA y las tropas de la FAN o las milicias. Hay un elemento común en todo esto, y cualquier otro escenario. Sin movilización y conflictividad, no habrá cambios. Y el conflicto, pese a los cálculos politológicos y electorales, se va tornando inevitable. Ya no porque la este organizando la oposición, sino porque los vientos de la economía petrolera no soplan con la fuerza de antes.

Hubo un cambio evidente desde 1998, por ley natural habrá un cambio a partir del 2010.

Dr. Carlos Castañeda